lunes, 6 de febrero de 2017

acoso escolar

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 Por desgracia vivimos, en una sociedad en la que cada vez más periódicos anuncian algún caso de victim@ o victim@s de acoso escolar.

La gran parte de las personas que llevan a cabo dicho acoso son educadas por sus padres de manera q se sientan superior a los demás y con derecho de demostrarlo mediante golpes o insultos, otros simplemente piensan q no es tan malo lo que hacen, que pueden hacerlo ya que las personas a las que acosan son diferente a ellos.

Pues la verdad es que no, nada justifica el hacer sentir a una persona del modo en el que se sienten, llegando incluso a creer que se lo merecen, a sentirse tan mal con ellos mismos que acudan a métodos de desahogo como la autolesion.

Afortunadamente nunca he sufrido acosa grave directo pero si he visto las consecuencias. En un año dos alumnas del St Michael high school se suicidaron por culpa del acoso recibido, y en España hay más casos, tales como el de la noticia adjunta. Cabe mencionar que el porcentaje de victimas de bullying asciende a un 70%.

Pero no solo es culpable el que lo ejerce sino el que lo consiente, es decir, no podemos quedarnos con los brazos cruzados ante un caso o un posible caso de bullying. La lucha contra el acoso es una que tenemos que librar todos juntos.

Sofía Romero Poza 1 Bach

3 comentarios:

  1. Para mí el acoso escolar es un tema muy delicado y a la vez popular, ya que ocurre en casi todos los centros educativos del mundo, por no decir todos.

    Desgraciadamente hay niños o niñas que solo van al colegio o instituto para fastidiar o hacerle la vida imposible a alguien. La mayoría de las veces es porque el que provoca el acoso se siente superior a la víctima, o simplemente para no aburrirse en clase, puesto que la mayoría de las personas que provocan el acoso van al instituto por obligación y no por querer estudiar y tener sus estudios al día.

    Casi todos estos casos terminan mal, ya que la víctima no se lo dice a sus padres por miedo o a lo mejor se lo dice pero los padres piensan la típica frase: "son cosas de niños...", hasta que el que sufre acoso no puede más...

    Los niños que hacen sufrir a otros no tienen toda la culpa, pienso que los padres también tienen un poco de culpa debido a la educación que le han inculcado desde pequeños. También podemos decir que los que ven el acoso y no dicen nada a ningún profesor o padre, tienen culpa, ya que no hacen nada por pararlo cuando ven el acoso ante sus ojos.

    Nadie tiene derecho a sufrir de una forma tan mala, ya que si la víctima se suicida como podemos observar en esta noticia, deja a una familia destrozada para toda la vida, y solo por hacerse el gracioso o para entretenerse.

    Ojalá en un futuro se llegue a tomar la medida de expulsar del colegio o del instituto para siempre a quienes provocan el acoso escolar e ingresarlos en un centro de menores y permitir que todos lo que quieran estudiar, lo hagan tranquilos sin que nadie les moleste, puesto que tienen todo el derecho del mundo.

    Marta Valdés Cabeza de Vaca, 1 BACH C

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  2. La atención a la diversidad, el aprendizaje de la convivencia, la educación en actitudes y valores, se muestran como prioridades para la educación institucionalizada. El carácter no estrictamente académico de dichas prioridades choca con ciertos profesionales dentro de la actividad docente, y con ciertas posiciones ideológicas en política educativa y curricular; y esto es así sobre todo en el ámbito de la educación secundaria, el tramo del sistema educativo donde siempre se concentran los grandes debates de fondo sobre la educación. El riesgo de fragmentación social y cultural, y de deterioro de la escuela hacen aún más urgente la toma de conciencia de los docentes acerca de estos problemas.

    Se podría diferenciar entre dos grandes tipos de respuesta educativa ante el comportamiento antisocial en las escuelas:

    * Un respuesta global a los problemas de comportamiento antisocial que se podría considerar como prevención primaria (Moreno y Torrego, 1996).

    Se trataría de una respuesta global porque toma como punto de partida la necesidad de que la convivencia se convierta y se aborde como una cuestión del propio centro: aprender a convivir, desarrollar relaciones interpersonales, colaboración, hábitos adecuados... El centro escolar debe analizar e incluir las cuestiones relacionadas con la convivencia y sus dificultades, en el contexto del currículo escolar, de las decisiones sobre él, de la estructura organizativa del centro...

    Los conflictos de convivencia y los retos de la vida cotidiana dentro de la institución, afectarían a todas las personas de la comunidad escolar, no sólo a los directamente involucrados, por lo que todos tendrían una participación activa en la prevención y tratamiento.

    * Una respuesta más especifica: Elaboración de programas específicos destinados solucionar aspectos determinados del problema de comportamiento antisocial o manifestaciones concretas. Se trataría de prevención secundaria y terciaria (Trianes y Muñoz, 1997; Díaz-Aguado, 1992; Díaz-Aguado y Royo, 1995; Gargallo y García, 1996; Pérez, 1996).

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