viernes, 24 de febrero de 2017

Jugando a ser Dios


Alan Turing, un hombre que salvó miles de vidas, un hombre que acortó la primera guerra mundial entre 2-4 años, un hombre que se vio obligado a exponerse, a pesar de lo mucho que ayudó en el ámbito de la ciencia, a la castración química por el simple hecho de ser homosexual.

Durante la ya dicha guerra los alemanes utilizaban la máquina llamada "enigma" para cifrar sus códigos y que los aliados, a pesar de que podían interceptar sus mensajes, no pudieran saber lo que contenían. Para hacer aún más complicado el desciframiento de los mensajes cada mes se le daban a los operadores un manual con una nueva configuración de enigma.

El gobierno británico reunió a los mejores matemáticos del país, a los cuales acabó dirigiendo Alan Turing y entre los cuales se encontraba una mujer, Joan Clarke que por supuesto a pesar de desarrollar el mismo trabajo que sus compañeros masculinos su salario era menor. Durante más de un año Turing diseñó y elaboró una máquina llamada "bomba", capaz de desechar las combinaciones que no fueran válidas para descifrar los mensajes, y finalmente tras años de estudios y gracias a esa máquina se consiguieron descifrar miles de mensajes alemanes que permitieron a los aliados victorias importantes y decisivas como el desembarco de Normandía.

Pero todo lo bueno tiene su lado oscuro. ¿Que pasaría si de pronto el enemigo parara todos los ataques "sorpresa" de los alemanes? Se descubriría el rompimiento de enigma y los alemanes harían aún más complejo su desciframiento. Cada día los mismos matemáticos calculaban utilizando la probabilidad el número de ataques que podían parar para que  pareciera casualidad, un poco como jugar a ser dios, decidir a quien dar vida y a quien quitársela, una responsabilidad muy grande que personas como yo no podríamos aceptar ya que por ejemplo, en un futuro me gustaría ser abogada pero no me gustaría ser jueza ya que una palabra mía valdría para arruinarle la vida a muchos.

Su papel de "Dios" duró hasta el final de la guerra. Ya había cumplido su objetivo por lo que ya no le servía al Estado así que Turing volvió a su vida normal pero siendo vigilado por el gobierno por lo que no podía contar su grandiosa hazaña. Finalmente en 1942 fue acusado de indecencia grave y perversión sexual por lo que tuve que elegir entre ir a la cárcel o someterse a la castración química, Alan eligió esta última y años más tarde, probablemente por el dolor que le causaba los efectos secundarios de los estrógenos, se suicidó utilizando una manzana con cianuro de la que solo tomó un mordisco. Hubo una polémica alrededor de su muerte, unos decían que era suicidio, otros asesinato y otros como su madre pensaban que fue un accidente en el laboratorio pero el gobierno británico lo tachó de suicidio.

Probablemente os suene un logo con una manzana mordida, el logo de Apple haciendo honor a este grandioso personaje ya que Steve Jobs es un gran admirador porque Turing no solo ayudó en el rompimiento de enigma sino que inspiró lo que hoy conocemos como ordenador y que antes se llamaba "máquina de Turing". Cabe decir que a partir de 2001 Gran Bretaña pidió perdón por el trato que recibió Alan y se crearon estatuas y universidades en su honor además en 2013 la reina Isabel II de Inglaterra le concedió el perdón real.

Para terminar, ¿cuantas veces os ha pedido Google o alguna otra página verificar si sois un robot? Bueno, pues fue Alan Turing quien creó el "test de Turing" que permite saber si un ordenador es inteligente y así diferenciarlo de una persona.

Sofía Romero Poza 1bach c

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