La opinion de los militares

Os dejo un enlaze a un articulo bastante interesantes sobre la relaccion de los militares y la iglesia: http://www.larazon.es/historico/4650-la-opinion-de-los-militares-ILLA_RAZON_272391

En la actualidad la función y la estructura que debe tener el ejército es un tema de amplio debate social, también es algo que ha sido objeto de varias reformas en los últimos años; como por ejemplo: el ejército profesional en vez del Servicio Militar Obligatorio, la entrada de la mujer como soldado, la actuación militar como “fuerza de paz” en Haiti, o en Afganistán…

Debemos destacar que hoy en dia el ejercito sirve para mucho más que para el combate bélico contra el ejército de otro país o estado. Es cada vez más frecuente que en las catástrofes humanitarias como terremotos, incendios, inundaciones… fuerzas armadas europeas, americanas, asiáticas… colaboran intensa y eficazmente en las tareas de rescate y salvamento de las víctimas, instalación de hospitales de campaña, reconstrucción de carreteras, edificios públicos y otros servicios básicos.

A pesar de eso hemos visto que existe una clara relacción entre la iglesia y el ejército, esta llega a tal punto que el hecho de ir a misa o confirmarse puede darte puntos a la hora de ascender a un nuevo escalafón, lo cual me parece completamente absurdo.
Como hemos visto, a lo largo de la historia siempre ha existido una relacción ejército-iglesia y gobierno-iglesia, afortunadamente hemos logrado separar al estado de la iglesia considerablemente. ¿Por qué no hacer lo mismo con las fuerzas armadas?
La mayoria de los militares estan en contra de que se produzca esta separación. Sin embargo esto no me parece un argumento consistente para no realizarla. Personalmente creo que ser militar es un trabajo bastante serio, en el que debe predominar una gran responsabilidad y donde creer en Dios no deber facilitar un ascenso o descontar horas laborales.

En definitiva, creo que en esta institución ni en ninguna otra se deberia imponer la religión, debemos ser lo suficientemente inteligentes como para saber diferenciar el trabajo de la fe, ya que esta última debe ser practicada individualmente y libremente.